RITA, uruguaya afrodescendiente.
Resultado del tráfico de esclavos provenientes de África es la actual población negra de Uruguay y de toda América. La Corona española prohibió desde fechas tempranas la esclavitud indígena -al considerarlos súbditos- pero no tuvo ningún reparo legal ni moral en aceptar el trabajo forzado de centenares de miles de africanos que llegaron cautivos al Nuevo Mundo a lo largo de tres siglos.
Hoy representan casi un 8% de la población de Uruguay, de un total de tres millones y pico de habitantes, mayoritariamente de origen europeo (principalmente italiano y español). Ellos quieren ser llamados "Afrodescendientes" y están empezando a manifestar su deseo de equipararse en oportunidades y de ser visibilizados, pero no solamente como "los negros que tocan los tambores". El Candombe es la música nacional uruguaya ( básicamente con tambores) y tiene un innegable origen africano, así como el tango.
En efecto, los afrouruguayos tienen un alto índice de abandono escolar, viven en zonas periféricas, tienen trabajos mal pagados y escasísima representación en las instituciones.
Rita, afrodescendiente, es profesora de Educación Física. Me dice que es "del interior", que es como aquí llaman a los que no son de la capital, aunque realmente vive en la costa del Río de la Plata. Fue en las listas del Frente Amplio (coalición de izquierdas que gobierna Uruguay) en las pasadas elecciones. Es tan vitalista como hospitalaria (me invitó a su casa y compartimos una rica comida y sobremesa). Cree que en Uruguay existe discriminación hacia la población negra.
Veo que te estás empapando de ese país. Desconocía la existencia de esa minoría de afrodescendientes en Uruguay. A Rafa Sancho ya le he pasado la dirección del blog y Chelo lo ha difundido en el grupo de Whatshapp del Insti. Por aquí todo más o menos igual
ResponderEliminarSeguimos en contacto.
Besos
Adelante amiga. Esto va muy bien. Cada vez más jugosas tus crónicas. Un abrazo fuerte desde tu Alameda.
ResponderEliminarPara que no nos olvides http://cronicondelaalameda.blogspot.com.es/2011/12/cronicas-de-la-alameda.html
ResponderEliminarMe encanta, Pepe, como puedo oler la Alameda desde esta distancia oceánica leyendo tu blog. Se te pasó escribir sobre los camellos (dromedarios) que la habitaron estas navidades...
ResponderEliminarEs fantástico ver tu vocación de reportera, tu vocación de meterte en la vida y estrujarla para compartirla con los demás. Un reportero es, precisamente, eso: alguien al que la curiosidad le mata y que solo sobrevive cuando abre su curiosidad a los demás.
ResponderEliminarViendo tu crónica y el vídeo -vertical- de Rita... he vuelto a pensar en Daniel Viglietti, el poeta y cantor que yo "asesiné" en un comentario anterior y desafortunado.
Y recordé a la Negrita Martina. Y la nana que Viglietti le escribió hace ya... ¡¡¡¡puffff!!!! años.
Escuche, negrita Martina,
la copla chiquita que el rey va a dejar
y ponga motita en la almohada,
que usté está cansada de tanto esperar.
Su madre está en el arroyo
lavando la ropa de amita Leonor.
Su padre ha vuelto cansado:
no vendió un plumero, le trajo una flor.
Martina, Melchor ya lo sabe:
"Tú no comes rosas; tú precisas pan".
Rey mago de los niños pobres
no te trajo harina, tan sólo canción.
Abrace, negrita Martina,
la copla chiquita que el rey le dejó
y ponga motita en la almohada,
que usté está cansada de tanto esperar.
Y, ¿sabes?. Aquí, en este lado de las orillas, en tu Alameda, en tu Sevilla, en tu Andalucía, en tu España... también hay gente que condena a la gente por su color de piel, por su etnia, por su acento... Qué pena.