Cada dos de febrero se celebra en Uruguay la fiesta en honor de IEMANJÁ, la diosa del mar según la religión UMBANDISTA. Estos cultos fueron traídos de África a Brasil por los esclavos negros y de aquí se extendieron por las costas atlánticas de América del Sur.
De los cientos de "orixás" de los que consta el panteón umbandista, Iemanjá es de las más veneradas: diosa del mar -protectora de navegantes- así como de la fertilidad, el amor y la familia.
El sincretismo que se produjo entre la religión católica y las de origen africano hizo que se asimilara a la Virgen María en su advocación de "Stella maris".
A Iemanjá se la representa como una mujer sensual, blanca, de pelo largo y negro y vestida de celeste. El 2 de febrero las playas de Montevideo se llenan de umbandistas (y curiosos) que entran vestidos en el mar para entregar a la diosa sus ofrendas, las cuales se ponen dentro de un barquito hecho de poliuretano: flores blancas y azules, bisutería, velas azules, sandía, perfumes... Según la tradición, si el barquito se lo lleva el mar, la "orixá" ha aceptado la ofrenda y concederá las peticiones.
A la vez, cientos de familias están en la playa haciendo hoyos en la arena en donde colocan velas encendidas, frutas y flores, también como ofrendas a Iemanjá. Especie de sacerdotes atienden espiritualmente a docenas de fieles que esperan en cola su turno para ser "limpiados" de malos espíritus o energías negativas. El conjunto es también un sincretismo entre la playa de La Caleta de Cádiz y el Ganges (aunque sin caballas caleteras ni difuntos). Junto a la playa, multitud de puestos vendiendo barquitos rituales, estampas de la diosa, flores, velas, churros, llaveros...
Dicen que al día siguiente acuden muchos a Playa Ramírez con detectores de metales a ver si encuentran joyas y objetos de valor.
Este año los ecologistas han tratado de concienciar a los fieles umbandistas para que hagan una celebración más sostenible, con ofrendas biodegradables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario